sábado, 18 de junio de 2016

Historia del cable trasatlántico.



Cómo habéis observado, este blog ha sufrido un parón de unos meses. La causa fue por un tema de fuerza mayor, claro está, por una buena causa. 


Si, a principio de este año hemos sido padres de una niña preciosa y he dejado un poco descuidado el blog. Prometo ahora en adelante de poner algún post mensualmente, claro está, intentando relacionar los temas con los borbones.

En esta segunda etapa del blog se va iniciar con los grandes inventos del mundo, que nos ha ayudado a vivir mejor, desde las comunicaciones, sanidad, avances tecnológicos y como no armamentísticos, sin dejar atrás las mejoras de la sociedad actual.

Actualmente estoy leyendo un libro de Arthur C. Clark “El mundo es uno”, donde se enfoca como se pueden comunicar gobiernos mediante el telégrafo y los orígenes del primer cable trasatlántico.




Historia del cable trasatlántico y los buques cableros españoles

Desde que el código Morse se convirtió en el lenguaje internacional de la telegrafía, la idea de comunicar América y Europa a través de un cable submarino se convirtió en un objetivo prioritario.


En 1854 el financiero norteamericano Cyrus Field, Samuel Morse y otros, formaron una compañía para promover la idea de un cable oceánico entre Terranova e Irlanda. Los gobiernos norteamericano y británico proporcionaron los barcos, el Agamemnon y el Niagara. El cable, con aislamiento y una cubierta exterior de hilos de acero fue fabricado en Londres y pesaba una tonelada por milla. Dos mil quinientas millas de el fueron cargadas a partes iguales entre los dos barcos, debido a que ningún barco de la época era capaz de albergar la longitud completa. Acompañados por las fragatas Leopard y Cyclops, los barcos llegaron en la primera semana de agosto al puerto irlandés de Valentia. Las operaciones de tendido del cable llevadas a cabo en 1857 culminaron sin éxito debido a que el cable rompió a unas 300 millas de la costa irlandesa. Las pérdidas alcanzaron el medio millón de dólares y los barcos regresaron a puerto.

Cyrus Field tuvo que utilizar todas sus dotes de persuasión para que sus compañeros directores aceptasen realizar otro intento. Los barcos zarparon de Queenstown a mediados de julio y el 29 se realizó el empalme de los cables en el medio del Atlántico y de nuevo los buques navegaron en direcciones opuestas. El 5 de agosto el Niagara varó un extremo del cable en Trinity Bay, Terranova y el Agamemnon alcanzó Valentia una hora más tarde. Tan pronto como las conexiones a las líneas terrestres fueron realizadas, el primer mensaje fue enviado por los directores de la compañía en Londres a sus colegas en Nueva York; “Europa y America están unidas por telegrafía. Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad”. Cyrus Field fue recibido en Nueva York con fuegos artificiales y redobles de campanas. Se compusieron poemas y baladas y se bailó la “Polka del Cable”. Las celebraciones en Nueva York duraron dos semanas y culminaron con una procesión de antorchas y fuegos artificiales en el ayuntamiento pero un mes más tarde, el cable empezó a fallar.

En 1864 Cyrus Field tuvo un golpe de suerte, dos ricos inversores británicos pusieron el capital y fue puesto a su disposición el Great Eastern , la “Maravilla de los Mares”, cinco veces mayor que cualquier buque entonces a flote, era capaz de transportar el nuevo cable completo, el cual pesaba 7000 toneladas. Las 2600 millas de cable podían ser tendidas en una línea continua desde Irlanda a Terranova. En medio de grandes dificultades debido a averías, roturas del cable, etc., y después de 12 años desde que se comenzó esta gran aventura, el 7 de septiembre de 1866 el viaje del Great Eastern culminó con un doble triunfo al lograr reparar el cable antiguo y el nuevo, disponiéndose de dos cables Atlánticos funcionando. Cyrus Field regresó a su hogar después de haber cruzado sesenta veces el Atlántico hasta ver culminado su sueño.

El éxito del cable Atlántico conllevó la rápida expansión de la telegrafía submarina. En 1869 el Great Eastern tendió 3000 millas de línea entre Francia y St. Pierre, isla francesa cerca de la costa de Terranova, y en 1873 y 74 dos más entre Valentia y Heart’s Content. En 1900 había quince cables a través del Atlántico y pocos años más tarde Australia y Nueva Zelanda fueron conectadas al continente asiático y a Norteamérica. Las mejoras técnicas e instrumentales dieron paso a la “Operación Dúplex”,enviando mensajes simultáneos en direcciones opuestas, y más tarde “Multiplexando”, enviando varios mensajes al mismo tiempo.

Los cables estaban sometidos a sufrir averías por diversos motivos, desde temporales en el mar que afectaban a los extremos de los cables en la costa, pesqueros de arrastre y más raramente por cambios en el lecho marino o defectos de fabricación. Hacia 1870, los buques que tendían los cables habían evolucionado a ser también buques reparadores. Los barcos reparadores eran generalmente de 1500 a 2000 toneladas y de gran maniobrabilidad. Los fallos eran localizados desde las estaciones localizadas en la costa por el método del Puente de Wheatstone, midiendo el valor óhmico de fallo o rotura.

En los años 20 la efectividad de la radio supuso un reto para el telégrafo en muchas aéreas, y después de la Segunda Guerra Mundial se aceleró el desarrollo de nuevas tecnologías que significaron el fin de la vieja tecnología del cable. Se tendieron nuevas lineas que disponian tanto de canales telegráficos como telefónicos, y finalmente las comunicaciones por satélite dieron paso a una nueva era. Los viejos cables, los viejos instrumentos y las viejas estaciones fueron abandonadas.

fuente: https://funkoffizier.com/2007/11/30/historia-del-cable-trasatlantico-y-los-buques-cableros-espanoles/



El telégrafo en la frontera sanjuanina (ayudas borbónicas)

En el caso de la región de Cuyo en Argentina, la elección del paso de Los Patos (ubicado en el sector sur de la actual provincia de San Juan) como lugar por donde debería pasar la línea telegráfica no sería casual. Se advierte que desde la época colonial dicho paso fue considerado como una zona de contrabando y paso ilegal, por lo que existieron varios proyectos de la Monarquía hispana para controlar la evasión de impuestos que se realizaba por el mismo.

Tanto el paso general como el contrabando por el Valle de los Patos se hacía desde tiempos antiguos por la facilidad de tránsito que tiene esa área. Constituye un paso con características geográficas que facilita la comunicación directa entre Calingasta y Santiago de Chile. Desde el Valle de los Patos se llega directamente al río Putaendo, que es una amplia diagonal que desemboca en San Felipe, es decir en la apertura del valle central de Chile.

La administración virreinal creó por primera vez un sistema aduanero en 1772 entre la Capitanía General de Chile y las provincias de Cuyo. Estableció entonces, la Real Aduana de Alcabalas y Almojarifazgos en Santiago de Chile, que incluyó la construcción de un sistema de puestos y guardas cordilleranos, lo que permitió la revisión de las mercaderías y el control de los arrieros y viajeros que transitaban los caminos entre Buenos Aires, Mendoza, Los Andes y Santiago. A la vez, se completaba este servicio con un pequeño resguardo militar para una mayor seguridad del tráfico en la cordillera.

El tráfico comercial a Chile, legalmente, debía pasar exclusivamente por el paso del Portillo, Mendoza. Sin embargo, el 22 de agosto de 1775 "se dispuso una ayuda de costa para los soldados que auxiliaren a las guardas cordilleranas, en los pasos de Los Patos (San Juan) y del Portillo (Mendoza) y al soldado de la Administración de Santiago".

En 1776 el sistema aduanero fue reformado, creándose nuevos cargos; entre ellos, nueve individuos fueron los encargados de la vigilancia del camino principal y de los caminos del Portillo y de los Patos en San Juan. En general la política borbónica se preocupó por la mejora y la apertura de pasos cordilleranos con el objetivo de ejercer un mayor control del tráfico comercial. En los primeros años de la Independencia cesó la política sobre la reparación de caminos y fue reemplazada por otra que regló las situaciones bélicas propias de dicha época y el interés se centró en ejercer el control sobre las personas que transitaban la zona.

fuente: http://www.ub.edu/geocrit/sn-69-51.htm