martes, 28 de diciembre de 2021

📌 𝕯í𝖆 𝖉𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝕴𝖓𝖔𝖈𝖊𝖓𝖙𝖊𝖘: 𝖚𝖓𝖆 𝖙𝖗𝖆𝖉𝖎𝖈𝖎ó𝖓 𝖈𝖔𝖓 𝖔𝖗𝖎𝖌𝖊𝖓 𝖘𝖆𝖓𝖌𝖗𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔

“🅂🄰🄽🅃🄾🅂 🄸🄽🄾🄲🄴🄽🅃🄴🅂” hace referencia a los niños asesinados por orden del rey Herodes, quien pidió asesinar a todos los menores de dos años para evitar que se cumpliera la profecía que ubicaba a Jesús como el Mesías, nacido unos días antes.

La Iglesia católica recuerda este acontecimiento el 28 de diciembre, aunque de acuerdo con el Evangelio de Mateo, la matanza debió haber sucedido después de la visita de los magos de Oriente al rey Herodes I el Grande (uno o dos días después del 6 de enero), aunque también la fecha de la adoración de los magos a Jesús no tiene una fecha dada exactamente en las escrituras.

Es muy corriente la explicación de la Navidad y demás fechas alrededor de ella como fechas arbitrarias, pues no figuran en los evangelios. Según el evangelio, Zacarías supo que Isabel iba a concebir a Juan el Bautista mientras cumplía con la obligación de quemar incienso en el Templo, que debía hacer cada grupo sacerdotal dos veces por año. Zacarías pertenecía al octavo grupo, el de Abías, lo cual nos da dos posibles fechas para la concepción de Juan el Bautista, una a mediados de mayo y otra a mediados de noviembre, ninguna de las cuales coincide con la tradición.

fuente: wikipedia

No obstante dicha tradición en la actualidad ha cambiado, cabe recordar que lo que sucedió no fue una broma, pero la historia todo lo camufla. Actualmente la tradición se sigue en varios países, ya sea por medio de bromas, trucos o con engaños inocentes, entre los cuales destacan las historias inventadas o la petición de dinero; a quien cae es común decir “inocente... inocente".

Otro pasaje de la historia es la Navidad Sangrienta D'Annunzio rechazó el Tratado de Rapallo desde el primer momento y respondió con las armas, enviando a sus legionarios a ocupar las islas de Arbe y Veglia, que el tratado destinaba a Yugoslavia. Cuando el tratado fue aprobado oficialmente por el parlamento, el general Enrico Caviglia movilizó tropas por la ciudad y envió un ultimátum a D'Annunzio: los rebeldes debían retirarse de las islas y aceptar el tratado. El poeta rechazó cualquier negociación, incluso cuando Caviglia concedió otras 48 horas para entregarse a las autoridades y evacuar a los civiles. Las tropas legionarias se posaron alrededor de la ciudad, creando una red de trincheras y barricadas. En la tarde de Nochebuena, las tropas regulares lanzaron el ataque. ​

Los enfrentamientos que comenzaron el 24 de diciembre fueron bautizados por D'Annunzio como la Navidad sangrienta. Después de la tregua de Navidad, la batalla se reanudó el 26 de diciembre.  Ante la resistencia de los legionarios, que se opusieron con ametralladoras y granadas, la Armada recibió la orden de bombardear las posiciones rebeldes. Las baterías del acorazado Andrea Doria también bombardearon el edificio del gobierno, sede del mando de D'Annunzio. ​ El bombardeo continuó hasta el 29 de diciembre y causó muertos y heridos incluso entre la población civil.